En realidad era un espacio muy grande, repleto de maleza completamente quemada. Un incendio accidental, o eso me dijeron.
Durante el día aquel lugar pasaba inadvertido; simplemente espacio entre edificios. Punto. Pero por la noche llamaba la atención por su oscuridad. Sí, un lugar completamente negro entre la multitud de luces que inundan la ciudad.
Desde el primer momento me encantó poder tumbarme con los brazos detrás de la cabeza y mirar al cielo en medio de tanta quietud. Sin luz y sin ruidos.
El tiempo se paró, y desde entonces son las 08:26
Si son las 08:26 es la hora del café ¿ merendamos?
ResponderEliminarBesos
l.